El paquete de 2010 ya ha sido adelantado: menos gasto y más impuestos. La combinación más odiada. Frente a una caída del PIB como no se había visto en demasiados años y un desempleo que según medios de comunicación, implica el despido de 113 personas por hora, lo que se plantea son más recortes y más cobros.
Sin mayor margen de maniobra real sobre el presupuesto enviado por el Ejecutivo, se calcula que el 95% del gasto es intocable… por los compromisos financieros, sindicales y de operación del gobierno.
La presentación y aprobación de un paquete así, en medio de la grave crisis económica, no podría ser más odiado. El odio se crece cuando se conocen los despilfarros de diputados, senadores, magistrados, sindicalistas educativos, los bonos y los excesos en Los Pinos y las secretarías de Estado.
En México hay crisis, pero no entre los del poder.
¿Y si tuvieran un gesto con la ciudadanía?
¿Una señal a sus gobernados?
¿Y si en medio de la desmedida crisis, el Ejecutivo envía un presupuesto que plantee reducir el sueldo de altos funcionarios y recortes a los lujos?
¿Y si para solidarizarse con los desempleados, los diputados se recortan las partidas para viajes, comidas, compensaciones?
¿Y si para ponerse del lado de la gente los partidos aceptan recibir 20%, 30%, 40% menos del financiamiento establecido?
¿Y si los magistrados aceptan ganar menos que el presidente de la republica?
¿Y si el Poder Judicial renuncia a sus bonos aunque sea este 2010, pensando en la justicia social?
Pero la verdad solo es un supongamos… porque solo nos queda soñar, ya que todavía falta que nos carguen el IETU.
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