sábado, 19 de septiembre de 2009

DUDA JURIDICA

Se encuentra un magistrado presidente de un tribunal colegiado, en su inmenso despacho, sin un carajo para hacer (por supuesto), pensando en la inmortalidad de los cangrejos y planeando (en martes) su fin de semana, cuando de pronto se le viene a la cabeza una situación que le genera una duda:

Hacer el amor con su secretaria privada, ¿es trabajo o placer?

Ante la inquietud que le generó semejante duda, diez minutos despues llama a su secretario particular, que estaba leyendo el diario y le plantea :

-Hacer el amor con mi secretaria privada ¿es trabajo o placer?’

El secretario particular responde:

- Pues no lo sé señor magistrado, tendría que estudiarlo’.

El magistrado de manera tajante le da una hora para responder.

El secretario particular intrigado y con cara de preocupación, acude al proyectista de la sala (encargado de redactar las sentencias) y le pasa la pelota :

- ¿Que el magistrado presidente haga el amor con su secretaria privada es un acto de trabajo o de placer?
El proyectista (que estaba en la red jurídica -internet, hotmail, yahoo, youtube-, le responde que no sabe.

El secretario particular le da 45 min. para averiguarlo y buscar jurisprudencia y doctrina al respecto.

El proyectista de la sala le traslada la pregunta a uno de los empleados de mayor rango de la sala (que es el secretario general de acuerdos), el cual estaba ocupado preparándose un té y contando lo que hará el fin de semana (sin otra cosa para hacer).

Por supuesto tampoco sabe la respuesta y llama inmediatamente al oficial administrativo.

Al final la pregunta le llega al oficial (uno de los empleados de menor rango), que acababa de atender una diligencia de dos horas, que tiene el escritorio lleno de expedientes con acuerdos por elaborar, varias sentencias que redactar (aun cuando no es su trabajo), una audiencia de testigos en unos minutos, pilas de expedientes para confrontar documentos y foliar copias certificadas, elaborar la estadística mensual que tiene que mandar (el secretario general de acuerdos a la presidencia del tribunal), y por si fuera poco, tratando de estudiar para un examen parcial que va presentar en un par de horas en la facultad de derecho… en fin, atorado hasta la madre de labores por hacer.

No obstante lo ocupado que se encuentra ese pobre cabron, el secretario general de acuerdos (que es su jefe), le ordena que tiene 5 minutos para decirle si el hecho de que el magistrado haga el amor con su secretaria privada es un acto de trabajo o placer.

Sin siquiera levantar la vista ni parar de escribir, el oficial administrativo responde inmediatamente:

-Es placer’

Su jefe, intrigado por la rápida respuesta, le pregunta:
-¿Y cómo ha llegado tan rápidamente a esa conclusión?

-¡Porque si fuera trabajo yo tendría que cogérmela!

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